Marta Contreras Laporte, actriz, creadora e intérprete musical: «Las mujeres tenemos que pelear y resistir en los espacios culturales. No nos podemos ir para la casa»
Marta Contreras Laporte nació en 1935 en la ciudad de Viña del Mar. Sus primeros vínculos con el teatro y la poesía fueron gracias a la influencia de su padre: «Leía mucho cuando joven, mucho; me devoraba los libros. Mi padre era dramaturgo, entonces me transmitía su pasión por el teatro y la lectura».
Sus estudios de actuación los realizó en la Asociación Teatral de Valparaíso ATEVA; también estudió piano y canto en el Instituto Musical de Valparaíso.
En la década de los setenta, inició sus primeros pasos en el movimiento musical y cultural, al ser parte de la Nueva Canción Chilena, junto a Patricio Manns e Inti Illimani. También participó como actriz y directora teatral en la película «Ya no basta con rezar» de Aldo Francia y «Estado de Sitio» de Costa Gavras.
Debido al golpe militar, parte al exilio junto a sus hijos y esposo radicándose por más de 10 años en Italia. Allí desarrolló uno de sus trabajo más destacados, como fue la musicalización de los poemas de Gabriela Mistral: «En Italia la Mistral no era muy conocida, así que me dediqué mucho a traducirla y trabajar con su obra para darle la importancia que se merece como premio Nobel y gran poeta que es».
En los años ochenta retorna a Chile, donde se dedicó a realizar talleres con mujeres en las comunas de las periferias de Santiago, y poco a poco retoma las presentaciones públicas: «Llegué y comencé a trabajar directamente en las poblaciones con las mujeres de La Pintana, San Ramón y la Granja, organizando talleres de poesía y actividades culturales. También empecé a retomar el canto y la poesía, en la medida que se podía».
En la actualidad, Marta, retirada de la música y los escenarios y desde su casa en cerro Concepción, reflexiona sobre el rol de las mujeres en la cultura: «Las mujeres tenemos que pelear y resistir en los espacios culturales. No nos podemos ir para la casa; pero al mismo tiempo hay que prepararse, estudiar y ser solidarias entre nosotras, porque se nos exige más».